¡Saludos! Mi nombre es Yadira Sánchez, soy estudiante de Goshen College y me gustaría contarles un poco de mi experiencia como latina americana en un país de Latinoamérica.
Siendo latina en los Estado Unidos, ha sido un poco difícil crecer en mi cultura, y mis maneras de ser son un poco extrañas o raras para algunos. Por eso, cuando tuve la oportunidad de ir a un país de Latinoamérica, la tomé sin pensar.Estar en Ecuador me ha dado la oportunidad de conocer otras culturas similares a la mía. Ya sé, soy latina, ¿para qué ir a un país que es similar a México? Pues, lo que no sabemos es qué tan diferentes son. Encontré que en Ecuador hay muchos grupos indígenas y una cultura muy tradicional. Pero me encantó toda la experiencia que tuve y más cuando la gente me entendía en mi idioma. Allá la música y la comida eran muy distintas a lo que yo conocía y todo me pareció fabuloso.
Pero como soy de piel morena, la gente asume que yo no era americana. Los chicos esperaban un güera: alta con ojos azules y pelo rubio. Al enterarse que sí era americana, solo porque también habla muy bien el inglés, me dijeron que ellos pensaban que yo era ecuatoriana de la costa por los rizos que tenía y que hablaba perfectamente el español. Pero yo los entiendo porque muchos de los que visitan Ecuador son turistas extranjeros con piel blanca y pues los ecuatorianos tenían una perspectiva ya hecha.
Si tuviera que hablar de un reto, diría que la comida ¡Fue mucho para mí! Me refiero a que me daban mucho de comer y no estaba acostumbrada. Los primeros días sí me empaché, pero no fue nada grave. Lo que diría que es único de Ecuador son sus personas, su gente es muy amable y cariñosa. Te toman como si fueras familia, aunque no lo seas.
Como dice el dicho, “mi casa es su casa” y te cuidan mucho, como un niño pequeño, no te dejan salir si no estás bien abrigado, me preguntan si yo he comido y al final del día me preguntan como me fue el día.
English translation:
Hello! My name is Yadira Sánchez, I am a student at Goshen College and I would like to tell you a bit about my experience as a U.S. Latina in a Latin American country.
Being a U.S. Latina, growing in my own culture has been a bit difficult, and some things I do can be a bit strange for some people. So, when I had the opportunity to go to a Latin American country I took it without thinking twice.
Being in Ecuador gave me the opportunity to know other cultures that are similar to my own. I know, I am Latina, why would I go to a place that is so similar to México? Well, what people don’t realize is how different they are. I learned that in Ecuador there are many indigenous communities and traditional cultures. I loved my experience there, more so because people could understand my language. There, the music and food were very different from what I knew and it was all fabulous.
Since my skin is brown, people assumed that I am not from the United States. Kids there expected a güera: tall, blue eyed, and with blond hair. When they learned that I am indeed from the United States andI speak English well, they were surprised and said that they thought I was from the coast of Ecuador because of my curly hair and perfect Spanish. I understand, as many visitors are foreign tourists — white people — and many in Ecuador seem to have preset ideas about what foreigners are like.
If I had to talk about a challenge, I would say it was the food: too much for me! What I mean is that they gave me too much to eat and I was not used to that. The first few days, I got a bit too full (stuffed), but nothing too terrible. What is unique in Ecuador are its people — they are so kind and loving. They would take you as one of their family, even if you are not.
As they say, “My home is your home.” They care for you so much, as if you were their young child — they don’t let you out if you are not dressed for the weather, and they want to know if you have eaten. They always want to know how my day was.