Sra. Editora:

Hay mucha controversia sobre la eutanasia. Ahora, la eutanasia, o el suicidio asistido, es ilegal. No quiero discutir la moralidad o inmoralidad de suicidarse porque no es el mismo argumento. No obstante, esto no es algo que el gobierno debe controlar y las personas merecen el derecho de tomar sus propias decisiones.

La mayoría de las personas siempre tienen la opción de vivir o terminar sus vidas. Técnicamente, es ilegal suicidarse, pero si la persona está muerta, el gobierno no puede castigar esta acción. Pero las personas incapacitadas no tienen esta opción y tienen que vivir con cualquier condición que tengan. Para muchas de estas personas, es vivir una vida muerta sin dignidad. Necesitan la diaria de su familia o personas desconocidos para completar acciones simples cada día. Comparando una vida como esa a su vida antes muestra la gran disparidad al punto que ya no es una vida satisfactoria. Para otros, el sufrimiento terminal controla la vida y no pueden escaparlo. Aun los animales que sufren pueden recibir la eutanasia para morir tranquilamente.

Otra consideración es que se puede encontrar una manera para hacer esto, aunque es ilegal, si se tiene las ganas. Como resultado, ésta a daña la persona compasiva que quiere ayudarle. También ellos van a usar métodos más dolorosos para terminar la vida, como una muerte de sufrimiento de hambre o con la ayuda del cianuro.

Con una ley para permitir la eutanasia, el gobierno podría controlar las instituciones que prestarían este servicio. Si estas organizaciones aseguraran que la persona ha tratado de encontrar una solución para aliviarse el sufrimiento o redescubrir el valor de la vida y todavía quieren terminar la vida después de haberlo pensado por un tiempo suficiente, deberían tener la opción.  No es la decisión de cualquier otra persona.

La mayoría de nosotros no hemos experimentado vivir sin opción y sufrir cada día. Por eso, ¿cómo podemos determinar el destino de los que no entendemos?

Cordialmente se despide,

Abbie Kaser